Regalos para la maestra

 

El último día en el jardín de niños, la maestra organizó una fiesta de despedida. Todos los niños le llevaron a la maestra un regalo. El hijo de la florista le llevó una caja. La maestra la tomó y dijo:

-Apuesto que sé lo que es. Son flores, ¿verdad?

-Así es, maestra, -contestó el niño.

Luego el hijo del dueño de la tienda de dulces le dió una caja. La maestra la tomó y dijo:

-Apuesto que sé lo que es. Son dulces, ¿verdad?

-Así es, maestra, -contestó el niño.

Luego el hijo del dueño de la licorería le dió una caja. La maestra notó que había un líquido que goteaba del regalo. Lo probó con el dedo, y dijo:

-Apuesto que sé lo que es. Es vino, ¿verdad?

-No, maestra.

La maestra volvió a probar el líquido.

-¿Es champaña?

-No, maestra.

La maestra intentó adivinar una vez más. Tomó varias gotas del líquido y preguntó:

-¿Es vermouth?

-No, maestra.

-Bueno, me rindo. ¿Qué es?

El niño sonrió: -Es un perrito, maestra...